Técnicas de conducción: atención a taxis y autobuses

Autobuses y taxis son fundamentales en las calles de cualquier ciudad: a su alrededor se moverán también peatones (viajeros que suben o bajan) y debemos tener cuidado con estos tres elementos.

Josep M. Armengol Fotos:MPIB

Técnicas de conducción: atención a taxis y autobuses
Técnicas de conducción: atención a taxis y autobuses

El tráfico urbano nos reserva siempre sorpresas inesperadas que pueden ponernos con facilidad, sobre dos ruedas, en situaciones de riesgo. El transporte público es una constante en las calles y por la naturaleza de su actividad, con constantes paradas y subidas o bajadas de viajeros, por sí mismos y a su alrededor pueden representar muchos riesgos en nuestra conducción. La conducción de los taxistas y conductores de autobús dista muchas veces mucho del ideal que deberían mostrar quienes son profesionales de esto, pero son humanos y la ciudad también está llena de trampas para ellos: la actitud correcta a nuestro manillar será tener en cuenta eso y prever sus posibles acciones que nos pongan en situación de riesgo, en lugar de convertirnos en otro obstáculo más para que hagan su trabajo.
En cuanto a los peatones, tenemos quienes están buscando un taxi libre y pueden hacer cualquier cosa para cogerlo, lo mismo con el autobús (hay gente capaz de ponerse en riesgos increíbles por no perder el autobús...) los que se bajan de su taxi para acudir atropelladamente a su cita... Veamos los casos más habituales

Taxis: no por la derecha

Hay algunas cosas que por ser tan «obvias» parece que no hace falta decirlas, pero de vez en cuando todavía vemos alguien que las hace, desgraciadamente a veces con el resultado esperado. Nos referimos por supuesto a una de las cosas más «prohibidas» (por seguridad) del tráfico urbano: pasar por su derecha a un taxi que se detiene al lado de la acera, y del que obviamente va a bajarse algún viajero, o subirse uno si estaba esperando en la propia acera; si se para solo es seguro, si está parado en mitad del tráfico es probable... pero en cualquier caso pasar entre él y la acera es casi garantía de que nos abran la puerta y nos llevemos puesto al pasajero. Lo hemos repetido en esta sección de todas formas, pero en general pasar entre los coches y la acera derecha es muy mala idea precisamente por esto mismo (que no sólo de los taxis se bajan personas).

Taxis: aléjate...

Aunque los taxistas deberían llevar una conducción ejemplar, por algo son los profesionales de la conducción por ciudad, la realidad es que la experiencia y el desgaste les lleva a tomar actitudes y costumbres muy alejadas del ideal. Eso, y también a lo que les «obligan» sus clientes, tanto los que llevan de pasajero («pare aquí mismo por favor») como los que les pueden detener en mitad de la calle. Por eso su trayectoria suele ser inconstante y errática, y no siempre avisando con antelación de sus movimientos: ya sabes que no debes seguir ningún coche por el centro del carril ni demasiado cerca, pero eso es especialmente importante cuando es un taxi, y menos aún cuando ese taxi esté circulando por el carril derecho, ya que las posibilidades de detención ahí son mayores; por eso te conviene situarte al lado contrario del que pueda detenerse.

Autobús: peatones cerca Autobús: paradas

Si cerca de un taxi puede haber movimiento de peatones, donde seguro que los habrá y no pocos será alrededor de un autobús: en la parada, pero también es posible que alguien decida bajarse (y el conductor se lo permita) en un semáforo o esquina, y desde luego con los que hay que extremar las precauciones es con los autobuses comerciales que quizás estén haciendo su «ruta» de colegio (recogiendo o dejando niños según la hora) o, peor dado que sus paradas son menos previsibles, con autobuses que trasladan turistas. En este último caso además debes tener en cuenta que quizás el conductor no conozca la zona por la que circula (ojo a las matrículas extranjeras...), pero tú sí así que sácale ventaja porque tú sabrás de antemano dónde puede haber un eventual interés para que se detengan, previendo de esta forma su acción.

Autobús: paradas

Lo dicho para los taxis es aún más importante en el caso de un autobús: nunca jamás hay que sobrepasar a un autobús por su derecha si está al lado de la acera, ya que existe un riesgo grande de que abra sus puertas y se bajen pasajeros... que no podríamos evitar arrollar; si además hay una parada cerca, pasar por ahí es un error garrafal, pero aún sin parada a la vista es mejor evitar que pueda pasar. Por otra parte debemos tener cuidado en las inmediaciones de una parada de autobús porque es donde será más probable que aparezca de la nada un peatón corriendo y cruzando por donde no debe la calle, incluso entre coches en mitad de la calle, porque no quiere perderlo... Extrema también la precaución por su izquierda, al llegar a la parte delantera: si saliera un peatón no lo verías hasta que fuera tarde salvo que hayas tenido el cuidado de apartarte abriéndote antes.

El truco 

Además de evitar situarnos en esas posiciones «malas» (como por la derecha de un autobús) el truco más eficaz andando por las calles es asegurarnos que los demás se han percatado de nuestra presencia: lleva siempre las luces puestas (cuidado con esos pilotos traseros fundidos) y ten siempre, o si por tus manos pequeñas alcanzas mal hazlo siempre que el tráfico esté complicado, el pulgar izquierdo preparado en el botón de la bocina. Dar un pequeño toque aquí y allá no molesta y sí advierte a peatones o conductores de tu presencia, y las décimas de segundo que se ganan llevando el dedo en el botón pueden ser vitales: la diferencia entre anécdota y accidente.

No te olvides...

  • Jamás pases entre un taxi y la acera, y en general evita siempre pasar por la derecha de la fila de coches ya que pueden abrirte una puerta.
  • Lo mismo se aplica, pero con doble motivo, en caso de un autobús y su parada: pasarle por la derecha es casi garantía de problema ya que podría abrir sus puertas y bajarse viajeros.
  • Cuidado al sobrepasar un autobús, pero también cualquier vehículo alto, por la izquierda: puede salir un peatón que esté cruzando (debidamente o no) por delante suyo y si vamos pegados a ese vehículo lo veremos cuando sea tarde.
  • No sigas de cerca ni centrado en el carril ni por el lado donde esté la acera más cercana, a un taxi: en caso de parada imprevista no podrías evitar alcanzarlo.
  • Los peatones no siempre son conscientes del peligro que corren -y nos hacen correr sobre dos ruedas- y pueden aparecer donde menos los esperas en las cercanías de una parada de autobús: atención en estas zonas