Las cuatro MV Agusta tienen casi todos sus cromosomas idénticos. No hay más que ver su estructura para confirmarlo, pero también plantean diferencias. Cada una busca, con el mismo carácter, un segmento concreto. Todas son motos especiales, pero cada vez menos, especialmente las Brutale, en las que ahora la marca tiene que basar sus ventas. Lo bueno de la firma italiana, es que si sigues queriendo ir más allá, te sigue recibiendo con los brazos abiertos.
MV Agusta F3 800
Aunque la F3 fue la primera de las tricilíndricas en nacer, ya en la fecha de su lanzamiento se había convertido en una moto de corta serie, sencillamente porque nadie pensaba que el segmento de supersport se iba a destruir de tal manera y en tan corto espacio de tiempo. Al igual que sus hermanas sin carenado, la F3 tuvo inicialmente un motor agresivo, aún más que ellas porque la potencia máxima era mayor, pero también ha sido «domesticado», hasta el punto de convertirse en el motor que se siente más potente de lo que podríamos considerar este segmento.
Es cierto que los 200 cc extra son los causantes, pero al final, si no tienes intención de competir con ella, te da igual que la potencia se consiga con vueltas o con un poco más de cilindrada, siempre que la parte ciclo y el peso no se vea afectada, como así ocurre. Imitando a la Suzuki GSX-R750, esta F3 es una supersport musculada, con las ventajas y los inconvenientes en el mundo real de este tipo de motos. Por una parte la postura es de carreras, lo que viene muy bien cuando quieres ir deprisa entre curvas, y especialmente en buen asfalto, pero que viene fatal en el resto de las ocasiones, incluso para ir por carretera, porque ir muy deprisa es cada vez más complicado por la cantidad de tráfico y la dureza de las sanciones.
En cualquier caso, con casi 150 CV, este motor es una delicia cuando lo haces girar arriba, con un sonido espectacular y una respuesta inmediata desde medio régimen. El chasis se siente más ligero y rápido que el de sus hermanas, a pesar de tener mucho más peso delante, algo que la proporciona aún más precisión. No es una moto para todos los días, a no ser que seas una persona muy especial, claro, pero de las cuatro 800 cc de MV Agusta, es sin duda la más excitante, la que más te tienta a subirla de vueltas y a ir deprisa, agachado tras el carenado, cambiado de posición. El problema es su radicalización, porque no solo se trata de una moto de concepto ultradeportivo, además está diseñada bajo el prisma de lo que esto representa para MV Agusta.
- La señal diferenciadora de la F3 es su carenado, una réplica de los empleados por las F4 desde su nacimiento, adaptado y actualizado.
- Si en las F4 una de las señas de identidad fueron sus cuatro escapes bajo el colín, en las tricilíndricas es la batería vertical de silenciosos.
- El motor de la deportiva es el más potente de las cuatro de la serie, con casi 150 CV declarados.
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MV Agusta Rivale 800
Pero si la F3 te parece una moto situada en un extremo, no te creas que la Rivale anda muy lejos, a pesar de lo que pueda parecer. Tanto la F3 como esta nueva Rivale son modelos muy especiales en la gama, lo que ya es decir tratándose de la firma italiana. Se trata de una moto con una postura opuesta a la de la F3. Si en ésta vas agachado y encogido, ahora vas extendido, con las piernas menos flexionadas y el cuerpo recto y lanzado hacia delante. El asiento es más alto y ya no es moto adecuada para los que midan menos de 1’70 m, sobre todo si pretendes usarla de manera habitual y la ciudad está en el menú diario.
Una vez en marcha la mayoría de las precauciones se olvidan, porque el motor, de comportamiento similar al de las Brutale, y la sensación del chasis, que aunque está más alto y tiene suspensiones con más de recorrido, tiene un tacto parecido al de sus hermanas. Los espejos retrovisores están colocados en los extremos del manillar, junto a unos pesados protectores de manos. No sólo aumentan la inercia de giro del manillar, sino que te obligan a desviar mucho la mirada de la carretera, hacen la moto tan ancha, que la imposibilitan para circular entre coches.
La posición es la más relajada de todas, pero también la más adelantada, lo que te permite controlar con total confianza la rueda delantera. La otra cara es que recibes el viento con toda su intensidad y como agacharte se te hace difícil, ir deprisa de manera continuada es muy duro. A cambio es la más sencilla de manejar en terrenos muy retorcidos gracias a la palanca del manillar, eso sí con unas suspensiones firmes, que te permiten ir a buena velocidad sin oscilaciones. La Rivale te sorprende especialmente por sus dotes para ir deprisa sin notarlo y en este sentido casi es más rival de la F3 que de sus hermanas naked.
- Aunque pueda parecerlo, las suspensiones de la Rivale no tienen mucho más recorrido que las de la Brutale, 20 mm y 10 mm delante y detrás, respectivamente.
- Las características del motor son similares a las del que equipan las Brutale, con 120 CV declarados.
- La posición de conducción es totalmente diferente debido al asiento y al manillar, con los espejos en sus extremos.
- La estética se separa de la del resto de la gama, pero es igualmente diferente a la de cualquier otra moto.
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MV Agusta Brutale 800
No es que una MV Agusta pueda considerarse un vehículo de masas, nunca ha sido esa la intención de sus creadores, pero incluso en unos modelos diseñados con criterios selectivos, hay unos destinados a un público más amplios y otros que buscan nichos concretos. Y en el grupo de estas tricilíndricas de 800 cc, está claro que la versión dirigida al centro del mercado es la Brutale. El segmento naked, y sobre todo el de cilindradas medias, donde podemos integrarla, es en este momento el gran mercado. Esta MV Agusta sigue sin ser una moto corriente dentro de la categoría pero, desde luego, es el modelo más «de masas» de todo el grupo.
Como no podía ser de otra manera es una deportiva, con una potencia mayor que la de sus rivales. El motor ha sido despotenciado respecto al de la versión de supersport, perdiendo unos 20 CV, pero con 125 CV declarados está al nivel de motos de un litro de cilindrada. No es una moto, como le ocurre al resto de sus hermanas, que se pueda limitar para ser conducida con el carnet A2, quien quiera hacerlo tiene que elegir la versión de 675 cc. El motor, a lo largo del tiempo que ha estado en el mercado, ha ido recibiendo cambios en su electrónica. M
V Agusta ha trabajado de manera constante con los mapas de gestión, hasta lograr un gran comportamiento en las últimas versiones que hemos probado. El 800 cc era un motor explosivo, a veces casi parecía un «dos tiempos», con una respuesta inmediata al abrir el acelerador con contundencia, muy de carreras, con mucho carácter. Puede que esta haya sido tradicionalmente la manera de entender una moto deportiva por parte del fabricante italiano, pero en los nuevos tiempos hay que abrirse a los grandes mercados, no quedarse en los puristas, y más con estos modelos. De manera que se ha trabajado y realmente se ha conseguido mantener un nivel de prestaciones semejantes a alto régimen, pero llenando la parte de abajo y, sobre todo, logrando que el acelerador electrónico dome la respuesta. A
hora la Brutale, y en general toda la serie, tienen motores potentes pero al mismo tiempo constantes. Puedes llevarlos en la zona baja y media sin que protesten al abrir de golpe el acelerador, con un giro continuo, sin oscilaciones y además con el carácter propio de un motor de tres cilindros, a medio camino entre los de dos y cuatro, lo que equivale a contar con un golpe de par a medio régimen, al tiempo que una buena respiración cuando la aguja está llegando a sus límites. Todas las motos que hemos probado contaban con la opción del sensor de cambio para poder trabajar con la palanca sin tener que dejar de acelerar, un accesorio que te ahorra trabajo y logra reducir el tiempo en los cambios, especialmente a alto régimen, pero que hay que tener siempre presente y que requiere de un cierto aprendizaje para que funcione con total suavidad.
La Brutale 800, como deportiva que es, dispone de un chasis ágil y rígido, y también de unas suspensiones adaptadas a este uso con todo tipo de regulaciones, pero con un tarado firme como base. Sin embargo, no es, como podría pensarse, una moto radical en su manejo. Por una parte, el diseño del chasis y del motor ha conseguido una zona media muy estrecha, que permite a su conductor llegar muy bien al suelo, aunque se sea de talla baja; por otra, la posición es muy neutra y en ciudad se adapta a las secuencias de ir despacio, zigzaguear entre coches y estar parado en los semáforos. El motor es suave abajo y enérgico en su respuesta.
- Al contrario de lo que ocurre con sus hermanas mayores, la estructura de la Brutale es similar a la de la F3 hasta en la salida de los escapes.
- El motor es idéntico en su mecánica a la de la F3, pero ha recibido modificaciones en la electrónica para disminuir la potencia máxima a cambio de mejoras a medio régimen.
- Los componentes son similares en sus ajustes, pero en las naked se instalan modelos algo más simples.
- La estética de la Brutale, como ocurre en la deportiva, recuerda a la de la tetracilíndrica.
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MV Agusta Dragster 800
Básicamente todo esto vale para la Dragster, que forma junto a la Brutale a secas la pareja más homogénea. Realmente este modelo es una versión con cambios de posición y componentes, pero que mantiene el mismo espíritu. La estética, que en la Brutale ya es impactante, en la Dragster lo es todavía más, especialmente por la parte trasera recortada, que aun así admite un pasajero, y por enorme neumático trasero de 200 mm.
La posición de conducción cambia un poco, con un nuevo manillar que te echa el cuerpo hacia delante, y con cambios en la geometría que hacen que el reparto de pesos se desplace ligeramente hacia delante. No es mucho, menos del 5%, pero junto a la posición y al levantamiento de la parte trasera producida por el mayor diámetro del neumático, notas que la moto es más ágil porque la dirección se cierra ligeramente. Esta versión acaba teniendo un toque mayor de deportividad, no ya sólo por la estética, que es realmente sobresaliente, sino por esta mayor presión sobre la rueda delantera, que notas más al estar con las manos más bajas.
Ambas Brutale cuentan con todas las ayudas electrónicas que desees tanto al acelerar como al frenar. El ABS salta tarde y no lo notas en terrenos en buen estado, pero las suspensiones son duras, y esto provoca que cuando hay muchos baches, acaben saltando, lo que afecta por una parte a la comodidad, por otra a la tracción y finalmente a la frenada, ya que el sistema ABS empieza a actuar.
El equipamiento es similar, deportivo y de calidad, pero también con la idea de poder mantener un precio que esté en consonancia con las motos de su categoría. Obviamente cualquiera de ellas es más cara que una naked japonesa, que buscan un público aún más general, pero sin llegar a ser prohibitivas.
- La mayor diferencia aparente con la Brutale es la parte trasera recortada.
- La rueda trasera es más ancha y cuenta con un guardabarros que oficia de soporte de la matrícula anclado al basculante.
- El manillar es diferente y permite una posición de conducción en la que el cuerpo está más adelantado, cargando más peso en la parte frontal.
- Hay algunos cambios menores en componentes, pero básicamente la estética de la parte delantera es igual a la de la Brutale.
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Conclusión y opinión
Las MV Agusta siempre han tenido fama de exclusivas, tanto por su alto coste, como por su conducción radical, de motos para gente un tanto especial. La gama de tricilíndricas de cilindrada media, que supone para el fabricante italiano actualmente su «modus vivendi», se separa de esta imagen, especialmente en modelos como la Brutale 800, que es una moto de carácter deportivo, pero al gusto de cualquiera. Eso sí, los genes son los genes, y antes y después de ella, el catálogo se ha visto ampliado con otros tres modelos que buscan una mayor diferenciación con cualquier otra.
Por una parte la F3, una deportiva tradicional, con los pros y los contras de una moto realmente potente, con un comportamiento intachable en circuito o en carreteras en buen estado, pero aquejada de los males para un uso diario que actualmente asolan a cualquier superdeportiva en cuanto a la limitación de su uso para lo que realmente ha sido diseñada, fuera de un circuito.
La Rivale busca también un mayor énfasis deportivo, pero desde una perspectiva diferente, por decirlo de alguna manera, «a velocidad más baja», buscando los terrenos ratoneros para disfrutar y dejando a un lado la alta velocidad en la que su aerodinámica la penaliza.
Pero si estos dos extremos te parecen muy alejados de tus intereses, y aun así, quieres algo más afilado que la Brutale, MV Agusta te ofrece la nueva Dragster, una Brutale con más carisma, con más deportividad en su parte ciclo, pero con todas las posibilidades de la naked de la firma transalpina.